Capítulo 11

Por fin he terminado, y por fin os traigo un capitulo, lo que no me creo, es que después de esta larga espera os escriba un capi tan corto y que me ha salido tan mal, pero bueno, en fin, espero que me perdonéis, y...¡disfrutad!




Kayrah



La cama, por primera vez desde que llevaba en ese sitio me parecía incomoda. Solo podía pensar en Koete. En que era lo que me encontraría allí... que pasaría... Sabía que no iba a conseguir dormir en toda la noche, y, a lo hecho pecho, cogí un libro y me puse a leer.

El silencio era algo fantástico para leer, me encanta, mi concentración siempre aumenta en el silencio, por eso, al mínimo ruido siempre me quitaba la concentración y así, cuando oí la puerta de Kalea abrirse me desconcentré, pero ya, cuando vi mi puerta abrirse y a Kalea aparecer me quedé muda y quieta. Kalea no llevaba el pijama, llevaba unos vaqueros, una camisa de mangas largas y blanca que se le ajustaba al cuerpo como anillo al dedo.

Kalea se acercó a mi y sin más me dijo

 -Quiero ir a la caseta de los chicos
 -¡Estás loca!-respondí gritando en susurros, si eso es posible
 -Quiero hablar con Soef-insitió
 -No, si lo imaginaba
 -Por favor, Kayrah acompáñame, eres mi mejor amiga-insitió
 -Que no
 -¡Por fa!-puso las manos en forma de suplica- Por fa pliss
 -Puff... vale, pero si yo  me meto en un lío, te vas a enterar
 -¡Gracias!- y me abrazó fuerte

Puede que Kalea sea mi mejor amigas... ¡¡pero es una lianta!! Si no fuera porque meterme en líos me encanta...

Después me vestí con un chandal y nos fuimos en dirección a la cabaña, caseta, edificio, o lo que fuera donde dormían los chicos. Cuando llegamos, la puerta estaba cerrada.

 -Genial-dije- ¿Y ahora?
 -¿Llevas horquillas?-me preguntó
 -¡Pues claro!- y me quité del pelo dos- Toma

Kalea las cogió y las metió en la cerradura, forcejeo la cerradura y la puerta se abrió

 -¿Dónde has aprendido?-le pregunté extrañada

Ella se encogió de hombros haciendome entender que apartir de ahora calladita. Ella entró con paso sigiloso y yo intenté seguirla, pero la casa estaba en completa oscuridad, era como andar a ciegas y sinceramente, en ese momento admiré a Kalea... ¿cómo podía orientarse ahí dentro? Decidí quedarme fuera y buscar la ventana del cuarto de Soef. La encontré satisfactoriamente rápido, incluso antes que Kalea su cuarto. Antes de que ella entrara pude ver al joven enamorado de Kalea contemplar un colgante precioso, con una piedra cristalina colgada de una cadena de plata fina, pero en cuanto un ''toc, toc'' sonó la guardó en su bolsillo.

 -Hola-dijo Kalea pasando
 -Ah, Hola Kalea, que, ¿tú tampoco puede dormir?
 -Jeje, no, yo tampoco puedo, es que, me asusta pensar como será Koete, que encontraremos ahí... en fin, me da miedo que no sea lo que yo me imagino

Soef puso una cara pensativa y después, invitó a Kalea al lado suyo, pues estaba sentado en su cama.

 -¿Y cómo crees que es Koete?-le preguntó

Kalea pareció meditar

 -Creo que no puedo explicarlo, es algo un poco difuso, pero es lo que veo dentro de mi... es complicado entiendes, no puedo, lo siento
 -En el fondo te entiendo-dijo Soef- Cuando vine a Estion, tengo que decirlo, estaba asustado... ¿cómo sería esto? ¿Qué complicaciones tendría? En fin, no lo sabía y aunque quisiera jamás lo haría hasta que no fuera ahí, me armé de valor y me dirigí a este mundo, creeme, Koete, aunque no sea lo que te imaginas, no te defraudará, es una cosa maravillosa, cien mil veces más que la cosa esa que vosotros llamáis Tierra
 -Gracias Soef- dijo Kalea- Espera... ''¿la cosa esa?''

Y entonces ambos empezaron a reirse, yo no lo pillé, no se si era porque al fin me estaba empezando a entrar el sueño o porque sin más no la tenía, pero bueno, cuando pararon, un bostezo surgió en la cara de Soef

 -Vaya, creo que me debería ir ya- dijo Kalea
 -¡Espera! Antes de nada, me gustaría darte una cosa

Soef estrajo de su bolsillo el colgante que le había visto antes y haciendo acercarse a Kalea se lo puso al cuello, de repente un pensamiento fugaz se me pasó por la cabeza, y es que puede, tal vez pueda ser que a Soef también le guste Kalea, bueno, es lista, atlética y guapa, así que no es imposible

 -¡¡Es precioso Soef!!- dijo Kalea sacándome de mis pensamientos
 -No es nada, es un premio por lo bien que estás trabajando últimamente-dijo un poco rojo

Durante un rato se estuvieron mirando, aunque después, otro bostezo de Soef, recordó a Kalea que era hora de marcherse

 -Bueno, me voy-dijo ella fugazmente
 -Si claro, adios

Kalea abrió la puerta, pero en vez de precipitarse fuera, se dio la vuelta, corrió hacia Soef y le dio un beso, Soef, perplejo y sorprendido se dejó llevar y respondió al gesto de Kalea, que cuando se separó de Soef se precipitó fuera de la casa roja como un tomate. Yo la seguí y vi como aun, un poco incrédula de lo que había hecho agarraba el colgante de la piedra cristalina.